Los discursos parlamentarios de Práxedes Mateo-Sagasta

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Legislatura: 1889-1890
Sesión: 1 de junio de 1890
Cámara: Senado
Discurso / Réplica: Réplica al Sr. Marqués del Pazo de la Merced.
Número y páginas del Diario de Sesiones: 200, 4141.
Tema: Política del Gabinete presidido por el Sr. Sagasta.

El Sr. Presidente del Consejo de Ministros (Sagasta): Es particular lo que me pasa a mí, lo que ocurre al Gobierno con el partido conservador, y con los afines al mismo. El Sr. Marqués del Pazo de la Merced ha oído (yo creo que con satisfacción, porque se oyen con mucho gusto las palabras del Sr. Duque de Tetuán) que este Sr. Senador hacía cargos al Gobierno por suponer que los artículos de El Liberal y de El Imparcial estaban inspirados por algún Ministro o por algún individuo del partido liberal. (El Sr. Marqués del Pazo de la Merced: Yo no he dicho eso). Espere S.S., que a ello voy. Yo he procurado desvanecer ese error en que estaba el Sr. Duque de Tetuán, y ahora viene el Sr. Elduayen diciendo que el Gobierno ha inferido un cargo al partido conservador porque ha dicho que esos artículos eran inspiración de ese partido. ¿No es esto? Pues en ese caso no habría hecho más que devolver al partido conservador el cargo que me había hecho por conducto del Sr. Duque de Tetuán. (El Sr. Duque de Tetuán: Yo no he hablado en nombre del partido conservador). Pero oían a S.S. con mucho gusto los conservadores; de manera que aceptaban con mucho gusto el argumento, y por lo tanto, no debía extrañar que se lo devolviera; pero no es eso.

Lo que yo dije fue que esos periódicos se habían inspirado para esas noticias en la atmósfera que habían hecho muchos conservadores con sus alegrías, con sus algaradas, con sus esperanzas y con los compromisos que decían contraídos. Esto no quiere decir que haya individuos del partido conservador que hayan inspirado a esos periódicos, sino que esos periódicos, repito, se han inspirado en la atmósfera que reinaba entre los conservadores, que en sus alegrías han ido más allá de lo que a la prudencia conviene.

Me alegraré de que a S.S. le satisfaga esta explicación; sentiré que no le satisfaga; pero entonces diré: vaya eso en compensación de la alegría con que S.S. ha oído los ataques dirigidos al partido liberal por el Sr. Duque de Tetuán. Y si no cree el Sr. Elduayen capaz al partido conservador de inspirar esos artículos, ¿por qué ha oído con gusto al Sr. Duque de Tetuán suponer al partido liberal capaz de hacerlo?

Por lo demás, no he hecho argumento ninguno al partido conservador. Me he limitado a defenderme de los ataques del Sr. Duque de Tetuán. Si ha resultado algo en contra del partido conservador, yo no lo sé, no era ésa mi intención, porque yo con quien discuto, discuto. Discutía con el Sr. Duque de Tetuán, y claro es que si el partido conservador hubiera visto algún ataque inmoderado de mi parte, no hubieran tardado tanto tiempo el Sr. Elduayen y su partido en protestar de ello, sino que lo habrían hecho en el acto.

Su señoría lo hace tan a deshora, que más bien parece que alguien le ha llamado la atención, o que pidió la palabra, y puesto ya en el compromiso de usarla, ha echado mano de ese argumento que no tiene la menor importancia, teniendo en cuenta la manera cómo yo me expresé. [4141]



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